¿Es cierto que se abusa
de la automedicación?
Una correcta valoración geriátrica global consta de una evaluación de la esfera clínica, funcional, mental-social y afectiva.
Para realizarla de forma correcta, nos ayudamos de una serie de escalas, que según la puntuación obtenida, nos basamos posteriormete en unos criterios u otros para realizar unos cuidados.
Pero, hay ciertos ítems que se han de evaluar de forma distinta. Como es el caso de la educación farmacológica adquirida por el paciente.
Por automedicación se entiende por tomar un medicamento, o seguir un tratamiento, sin prescripción médica.
Por automedicación se entiende por tomar un medicamento, o seguir un tratamiento, sin prescripción médica.
En este caso, el envejecimiento produce que consuman medicamentos de 2 a 3 veces más que las población general, teniendo como consecuencia más posibilidades de sufrir reacciones adversas ya que con los años se ven alterados los patrones de absorción, distribución, metabolismo y excreción de los mismos.
Además si estos pacientes realizan una automedicación las posibles consecuencias que se adquieren tanto a largo como a corto plazo, dependiendo del tipo de medicamento son:
Además si estos pacientes realizan una automedicación las posibles consecuencias que se adquieren tanto a largo como a corto plazo, dependiendo del tipo de medicamento son:
- enmascaramiento de la enfermedad, su prolongación o agravamiento
- resistencia a los fármacos utilizados
- dependencia
¿Cómo se puede evitar?
Realizando una correcta educación farmacológica podemos llegar a conseguir una automedicación responsable. Según la OMS, la define como aquella que comprende el uso de medicamentos por el consumidor para
prevenir y manejar desórdenes o síntomas autorreconocibles.
Recomendaciones para un uso correcto de los fármacos:
Recomendaciones para un uso correcto de los fármacos:
- Informar: qué enfermedad tiene el paciente, el origen de la misma, la gravedad o levedad de la afección, la duración posible de la misma y las posibles complicaciones.
- Aconsejar terapéuticamente: para qué sirve el fármaco recomendado, la dosis exacta y frecuencia de administración, los efectos adversos de posible aparición, la duración del tratamiento y qué hacer si no hay mejoría o hay agravamiento.
- Educar: qué hacer en otra ocasión similar, qué fármacos puede o no tomar, signos de alarma que obliguen a una consulta médica, fomentar una actitud positiva hacia la autoobservación, favorecer la colaboración y la comunicación del paciente.
Bibliografía:
- De La Osa JA. Automedicación en el anciano. Granma Consultas Médicas. 2006. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/automedicacion_en_el_anciano.pdf
- Baos V. Estrategias para reducir el riesgo de automedicación. Información Terapéutica del Sistema Nacional de Salud Vol. 24–N.º 6-2000 Disponible en: http://www.msc.es/biblioPublic/publicaciones/docs/200006-2.pdf
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