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sábado, 26 de mayo de 2012

4. CUIDADOS GENERALES DE LA VIDA DIARIA

LA DESHIDRATACIÓN EN LAS PERSONAS MAYORES
El proceso del envejecimiento se asocia con diversos cambios fisiológicos que pueden afectar la capacidad de mantener el balance hídrico. Estos cambios incluyen la disminución del total de agua corporal, la disminución de la sensación de sed y la disminución de la capacidad de los riñones para concentrar la orina.
La deshidratación es el trastorno hidroelectrolítico más frecuente en las personas mayores.(1)

Además, las patologías crónicas y los tratamientos farmacológicos determinan una mayor vulnerabilidad de esta población ante la deshidratación.
Por todo lo expuesto, es preciso prestar mucha atención a la ingesta de líquidos de las personas mayores.

¿Por dónde se pierde el agua?
Las pérdidas de agua incluyen la eliminada por orina, heces, evaporación de la piel y a través de la respiración. Estas pérdidas aumentan notoriamente cuando se produce una mayor sudoración, como consecuencia del calor ambiental o de la realización de ejercicio físico, y en situaciones de diarrea, infección, fiebre o alteraciones renales.

¿Cuándo se condiera que la persona mayor padece una deshidratación?
Cuando se haya perdido más del 1% del peso corporal por pérdida de líquidos, aunque no den señales de estados patológicos.
No solo es importatante la cantidad de líquido si no lo que le conforma, por lo que se ha de tener en cuenta también el balance de electrolitos. 
Existen dos tipos de deshidratación:
  • intracelular/hipertónica: provoca hipernatremia e hiperosmolaridad.
  • extracelular/hipotónica: provoca todo lo contrario, hiponatremia e hiposmolaridad.


 

Factores fisiológicos que disminuyen la homeostasis hídrica


o     Disminución de la capacidad para mantener la homeostasis
o     Disminución del agua total del organismo
o     Enfermedades crónicas
o     Modificaciones en el metabolismo del agua
o     Disminución de la capacidad renal de concentración de la orina
o     Actividad de la renina
o     Secreción de aldosterona




Factores que limitan el acceso a la bebida
o     Disminución de la movilidad
o     Problemas visuales
o     Alteraciones cognitivas que merman la capacidad comunicativa
o     Disminución del olfato y el gusto
o  Ciertos medicamentos diuréticos, laxantes, sedantes
o   Enfermedades agudas que cursan con fiebre o las que dificultan el proceso de tragar o provocan diarrea o vómitos
o     Miedo a la incontinencia




Factores de riesgo de deshidratación

o     >85 años de edad
o     Reducción de la sensación de sed
o     Problemas con el acceso a la bebida
o     Problemas de comunicación
o     Alteraciones cognitivas (demencia, depresión...)
o     Problemas de deglución
o     Apetito reducido
o     Fármacos (diuréticos, laxantes, sedantes…)
o     Patología aguda (fiebre, vómitos, diarrea…)
o     Falta de atención por los cuidadores
































Requerimientos de líquidos:
   - hombres: 2900 mL/día (12 vasos)
   - mujeres: 2200 mL/día (9 vasos)
   - estas cantidades se ven incrementadas con una temperatura elevada, una humedad baja,
      la altitud elevada, el consumo elevado de fibra, sodio y alcohol, la actividad física, la
      diarrea y vómitos



Estrategias de prevención: 
  • Llevar a cabo programas educacionales e informativos para los cuidadores y profesionales de la salud 
  • Enseñar a las personas mayores a beber cuando no tienen sed 
  • Identificar las personas mayores en riesgo 
  • Asegurar el acceso de las personas mayores a las bebidas 
  • Estimular a las personas mayores para que beban 
  • Evaluar las medicaciones crónicas por los posibles efectos deshidratantes 
  • Identificar la anorexia 
  • Evaluar los factores ambientales que obstaculicen la bebida
A continuación, vamos a tratar una de los factores más frecuentes que desembocan en una deshidratación: el calor.

¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Dentro de los acontecimientos por calor (calambres, agotamiento...) el golpe de calor es el más grave, teniendo la persona que lo padece una temperatura central corporal por encima de los 40 ºC. Cursa con la triada clásica de hiperpirexia, anhidrosis y cambios en el estado mental.
Es interesante conocer qué consejos hay que aportar a la persona mayor ante una ola de calor, ya que se encuentran dentro de las personas más vulnerables junto con los niños.
  • Evitar salir de casa durante las horas del medio día y primeras horas de la tarde. 
  • Protegerse de la exposición directa del sol, utilizando protección solar, sombreros, sombrillas. 
  • Plantear las actividades diarias cuando las temperaturas no sean tan altas, evite esfuerzos físicos innecesarios. 
  • Pasear durante las horas frescas de la mañana o el atardecer. 
  • Evitar permanecer mucho tiempo en lugares cerrados o  poco ventilados.
  • Refrescarse cada vez que lo necesite
  • Permanecer en espacios ventilados y/o acondicionados
  • Utilizar las habitaciones más frescas, durante el día bajar las persianas, toldos etc., evitando que el sol entre directamente
  • Uso de aparatos de aire acondicionado
  • Evitar comidas copiosas, tomar preferentemente verduras y frutas.
  • Comer menos cantidad y más veces al día
  • Beber abundantes líquidos, sin esperar a tener sed, sobre todo agua y zumos de frutas, no es adecuado bebidas alcohólicas.
  • La temperatura de las bebidas debe ser fresca pero no excesivamente heladas.
  • Mantener los alimentos siempre en el frigorífico y vigile las medidas higiénicas fundamentalmente en los productos perecederos.
  • Usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero y gafas de sol.
  • Utilizar un calzado fresco, cómodo y que traspire.
  • Mantener las medicinas en un lugar fresco, el calor puede alterar su composición y su efecto.
  • No estacionar nunca el coche con personas o animales en su interior y las ventanillas cerradas.
  • Si después de haber estado en el exterior con temperatura excesiva y siente dolor de cabeza malestar general, se ha de colocar en una habitación fresca y a oscuras, tomar abundante líquido y solicitar que alguna persona le acompañe hasta que se recupere.
  • Si ha realizado alguna actividad inadecuada (estar al sol en horas extremas, esfuerzo en áreas calurosas…) y como resultado de ello se siente mal, no dudar en llamar a los servicios sanitarios.

Conclusiones:
  • El calor es uno de los factores a vigilar más importantes, ya que si no se tiene cuidado se podría manifestar un golpe de calor, con las consecuencias que conlleva. 
  • En las residencias se debe disponer de un control individualizado de la ingesta líquida, así como de un protocolo de actuación para tener controlada la hidratación de cada residente:
    •  A la llegada a la residencia se realiza una evaluación del estado del anciano para detectar posibles factores de riesgo de deshidratación
    • Control del balance hídrico diario, teniendo en cuenta que ha de haber unos 500 mL de orina diarios.
    • Si existe algun dato que indique una posible deshidratación, actuar de forma inmediata rehidratando.

Bibliografía:
  1. Bossingham MJ, Carnell NS, Campbell WW. Water balance, hydration status, and fat-free mass hydration in younger and older adults. Am. J. Clin. Nutr. 2005; 81(6):1342-50. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2495085/?tool=pubmed
  2. Observatorio de Hidratación y Salud. Hidratación en las personas mayores. SEEGG. [sede Web]. Consejos al anciano SEEGG; [actualizada el 25 de Abril de 2012], [consultada el 28 de Abril de 2012]. Disponible en: http://www.arrakis.es/~seegg/documentos/recomenda_anciano/hidratacion_mayores.pdf
  3. Julián I. Consejos ante la ola de calor. SEEGG [sede Web]. Consejos al anciano;[actualizada el 24 de Noviembre de 2008], [consultada el 28 de Abril de 2012]. Disponible en:  http://www.arrakis.es/~seegg/documentos/recomenda_anciano/calor.pdf


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